Wagner Abril F.
Fecha para recuperar la imaginación: 21 de marzo, Día Mundial de los Bosques, mágico espacio habitado por duendes, princesas, dragones y brujas. Ansiamos encontrar a los personajes de Alicia en el bosque de las Maravillas o la casita en la que duerme la princesa que espera el beso para volver a la vida. Al entrar en un bosque, entre la espesa niebla cobran vida las fantasías que nacieron en lecturas infantiles, en historias dulcemente contadas por mamá…, tal vez en narraciones de la abuela a sus asombrados nietos.
El mundo de verdes bosques, saturado de aves, filas de hormigas que llevan diminutas hojas, mariposas amarillas y flores de sorprendentes colores, árboles de formas y variado tamaño está desapareciendo. Bosques con senderos mil veces recorridos se borran con el progreso. Deforestación, incendios en la Amazonía, espacios para la minería y el petróleo, y urbanización creciente eliminaron en el 2020 un total de 4.2 millones de hectáreas de bosques tropicales. La destrucción de bosques tropicales primarios –los ecosistemas de mayor diversidad biológica del mundo- afecta la vida de las generaciones presentes y futuras de nuestros hijos.
La ONU designó una fecha para destacar la importancia de componentes de los ecosistemas. El 21 de marzo destaca los bosques como fuente de vida que debe ser cuidada con especial celo.
El Chocó Andino, maravilla natural del Ecuador, tiene los elementos necesarios para revivir los sueños acunados en la infancia. La naturaleza en estado puro, con aire puro y aguas cristalinas, se cobijan con el manto blanco de misteriosa niebla. Con suerte, podemos encontrarnos con mariposas que semejan hadas, al saltarín conejo de Alicia o el esqueleto de la bruja que se comió a la abuelita. Estamos invitados para entrar en la colorida magia de los bosques.
