Por: Rodrigo Rangles.
¿En qué delicioso manjar piensa usted, como regalo de bodas? Cualquier delicia puede imaginar menos en un platillo cuya base son las milenarias hormigas “arrieras” o “cortadoras” aderezadas un tiempo en sal y migas de trigo, pasadas luego en aromáticas especies y cocidas a fuego lento, en mantequilla.
Esa tradición, parte de la creencia que el ancestral manjar es afrodisiaco, porque las reinas, especialmente las especies voladoras - una de las 47 hasta hoy identificadas - fertilizan su vientre con varios machos.
En el Chocó Andino también existen esos bichitos que suelen anidar en profundas y bien estructuradas galerías subterráneas, con nutridas poblaciones de disciplinados y laboriosos ejemplares que, en una noche, pueden dejar desnudo un frondoso árbol.
Se los puede ver, escondidas en los frondosos bosques nublados y subtropicales del mágico y encantado Chocó, formando largas hileras de un interminable vaivén de arrieras cargando hojas cortadas, de tamaño hasta 20 veces su medida corporal.
Aunque todas se dedican a cortar, masticar y cargar las hojas, unas se especializan en cuidar el nido, las crías y las celdas de reproducción de reinas; otras, a cultivar los hongos, fuente de sustento y también hay soldados que cumplen su papel protector.
Las viejas se destinan a la limpieza de desechos que conlleva peligro de muerte y, lo hacen, precisamente para proteger la descendencia y la especie.
Las “arrieras” no comen hojas, como erróneamente se cree, las descomponen, las mastican y fertilizan con sus secreciones para producir hongos, de la misma especie de los champiñones, que sirven para su alimentación.
Evidentemente, son ricas en proteína, una delicia para los osos hormigueros, aves o batracios, reptiles y, como hemos narrado, que también aprovechan los seres humanos.
Si alguien desearía probar este delicioso plato, elaborado con esas afrodisiacas hormigas, podría solicitar la receta a gastrónomos mexicanos y centroamericanos, expertos en elaborar y consumir este demandado “”Manjar de Bodas”.
Si así deciden ¡ Buen provecho!
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